Aunque el acceso está limitado para proteger el entorno, puedes reservar tu visita con antelación y llegar en barco desde Corralejo. La excursión incluye la posibilidad de disfrutar de sus playas, explorar sus paisajes volcánicos y desconectar completamente del bullicio de la isla principal. Es el lugar perfecto para pasar un día rodeado de naturaleza.
4. Betancuria, historia en el corazón de la isla
Betancuria, fundada en el siglo XV, fue la primera capital de Fuerteventura y es uno de los pueblos más pintorescos de Canarias. Este rincón histórico, con sus calles empedradas y casas blancas, ofrece un ambiente lleno de calma y autenticidad. La Iglesia de Santa María, reconstruida tras un ataque pirata, se alza como uno de sus principales atractivos y un símbolo de la rica herencia cultural de la isla.
Además de su arquitectura, Betancuria ofrece un entorno natural espectacular. Rodeado por un paisaje montañoso, el pueblo cuenta con miradores cercanos como el Mirador de Morro Velosa, diseñado por César Manrique, desde donde se puede disfrutar de una vista panorámica de la isla. Es un lugar perfecto para desconectar y saborear el lado más auténtico de Fuerteventura.
5. Faro de la Entallada
El Faro de la Entallada es uno de los rincones más especiales de Fuerteventura. Situado en un acantilado en la costa este de la isla, este faro tiene una arquitectura única, con formas geométricas y piedras volcánicas, además de ofrecer unas vistas espectaculares al océano. Es el punto más cercano a África de todas las Islas Canarias, lo que lo hace aún más singular.
Aunque el interior del faro no está abierto al público, el mirador es una experiencia en sí misma. Desde allí puedes sentir la fuerza del viento, escuchar las olas rompiendo contra los acantilados y disfrutar de un paisaje que te dejará sin palabras. Es una visita ideal para los amantes de los lugares tranquilos y las panorámicas impresionantes.
6. Cuevas de Ajuy
Ajuy es un pequeño pueblo costero que guarda uno de los secretos geológicos más fascinantes de Fuerteventura: sus cuevas volcánicas. Estas formaciones naturales, que datan de millones de años, están declaradas Monumento Natural y son un destino obligado para los curiosos y amantes de la geología.
La ruta para llegar a las cuevas es sencilla y bordeada por el mar, lo que la hace perfecta para una caminata relajada. Una vez dentro, las cuevas impresionan por su tamaño y su atmósfera misteriosa. Además, Ajuy cuenta con una playa de arena negra única en la isla y varios restaurantes donde puedes probar pescado fresco mientras disfrutas de las vistas.
7. Caleta de Fuste, diversión para todos
Caleta de Fuste es uno de los lugares más completos de Fuerteventura. Su amplia playa de aguas tranquilas es perfecta para familias y quienes buscan relajarse sin preocuparse por las corrientes. Además, cuenta con una gran oferta de actividades como golf, paseos en barco e incluso submarinismo, lo que lo convierte en un destino muy buscado para turistas de todas las edades.
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