¿Te estás preguntando qué hacer en Gran Canaria durante tu próximo viaje a la isla? Si es así, prepárate porque ¡Gran Canaria lo tiene todo! Paisajes que dejan sin aliento, pueblos con encanto, playas espectaculares y rincones llenos de historia. Sean cuales sean tus pasiones o aficiones (la naturaleza, la cultura o el relax por el relax), aquí encontrarás algo que te enamorará.
En este artículo te mostramos 10 lugares imprescindibles que convertirán tu viaje a Gran Canaria en una experiencia inolvidable. Encontrarás rincones icónicos y otros menos conocidos, perfectos para cualquier tipo de viajero. Y al final, te descubrimos un rincón muy especial que combina naturaleza, bienestar y tradición. ¿Listo para explorar Gran Canaria? ¡Vamos allá!
1. Roque Nublo, símbolo de la isla
Entre las cosas que hacer en Gran Canaria, el Roque Nublo es casi innegociable. Este monolito de origen volcánico, situado en el municipio de Tejeda, es un paraíso para los amantes del senderismo y la naturaleza. Con sus 80 metros de altura, ofrece unas vistas espectaculares que te dejarán sin palabras.
Llegar hasta su base es toda una experiencia. El sendero, de dificultad moderada, atraviesa paisajes únicos con flora autóctona y rincones llenos de tranquilidad. Al llegar, la recompensa es inigualable: un paisaje que parece sacado de otro planeta y una panorámica que en días despejados permite divisar el Teide en Tenerife.
Si buscas una conexión con la naturaleza y un lugar para respirar aire puro, el Roque Nublo es una parada obligatoria en tu viaje.
2. El paisaje único de las Dunas de Maspalomas
Las Dunas de Maspalomas son uno de los lugares más espectaculares de Gran Canaria y una visita imprescindible. Este vasto desierto de arena, declarado Reserva Natural, se extiende junto al mar y crea un contraste único entre el azul del Atlántico y el dorado de sus dunas.
Recorrer las dunas a pie es una experiencia mágica, especialmente al amanecer o al atardecer, cuando la luz realza las formas onduladas de la arena. Además, en el entorno encontrarás la Charca de Maspalomas, un oasis natural que alberga diversas aves migratorias, y el Faro de Maspalomas, un icono histórico de la isla.
3. Barranco de Guayadeque: naturaleza e historia
El Barranco de Guayadeque es un lugar de naturaleza y cultura. Este impresionante barranco, que separa los municipios de Ingenio y Agüimes, no solo destaca por su espectacular paisaje, sino también por su gran importancia histórica.
Aquí encontrarás antiguas casas-cueva, algunas de las cuales aún están habitadas y siguen dando testimonio de cómo vivían los aborígenes canarios. Muchas de estas cuevas han sido transformadas en restaurantes y pequeños museos, donde puedes disfrutar de la gastronomía local y conectar con la historia de la isla.
El barranco está rodeado de flora autóctona, especialmente en primavera, cuando se llena de color. Si te gusta caminar, hay rutas sencillas para recorrer este lugar mágico y conocer uno de los lugares más hermosos de la isla.
4. Tejeda, un rincón en las montañas
Tejeda es un pueblo que parece sacado de un cuadro. Situado en pleno corazón de Gran Canaria, este precioso pueblo de montaña ofrece al visitante impresionantes vistas, calles pintorescas y una tranquilidad inigualable. Un lugar perfecto para desconectar.
Sus casas blancas, adornadas con balcones de madera y rodeadas de almendros, son quizás lo más característico de esta localidad. Pero Tejeda también es famoso por su gastronomía, especialmente por los dulces elaborados con almendra, un imprescindible en tu visita a este rincón.
El pueblo también es un punto de partida ideal para recorrer el entorno natural. Desde aquí se pueden admirar vistas privilegiadas del Roque Nublo y del Roque Bentayga, dos símbolos de la isla, o emprender rutas de senderismo para disfrutar de la belleza del paisaje.
5. Puerto de Mogán, ¡la pequeña Venecia canaria!
¿Estabas buscando lugares mágicos que visitar en Gran Canaria? Presta atención: Puerto de Mogán tiene el encanto de un puerto pesquero tradicional y un toque romántico único. Sus canales, puentes y callejuelas llenas de flores le han valido el apodo de "la pequeña Venecia canaria".
Pasear por este puerto es un placer para los sentidos. Sus casas blancas adornadas con colores vivos y flores hacen que cada esquina se quiera fotografiar. Además, la zona está repleta de restaurantes donde puedes degustar pescados y mariscos frescos mientras disfrutas de las vistas al mar.
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